Delimitar la vida profesional con respecto a la personal es hoy en día uno de los grandes retos de nuestra sociedad, especialmente enfocado en jóvenes y en madres trabajadoras.
La coexistencia de ambas vidas no ha sido un problema para Mónica, quien el día de la presentación más importante de su carrera profesional a la vez, a miles de kilómetros, abría los brazos de par en par para recibir a su hija adoptada en China. Microsoft ha hecho esto posible.
No es este el único caso de los muchos que podría enumerarse en relación a la flexibilidad y desarrollo del personal de la empresa en ambos horizontes, el profesional y el personal. La gestión de recursos humanos de Microsoft dió un giro implantando este sistema en el que prima, ya no la localización del trabajador y su presencia en la oficina, sino su productividad y rendimiento. Cada trabajador administra su jornada laboral en consonancia con el resto de sus ocupaciones diarias.
En la confianza radica el éxito, y éste queda reflejado en los reconocimientos dados a la empresa a través de premios o clasificaciones, como el Premio Madrid Empresa Flexible, o la calificación como 4ª mejor empresa para trabajar.
Este sistema inunda también el diseño y entorno de oficina, con espacios abiertos y homogéneos a disposición de todos los empleados sin importar el rango o cargo que éstos desempeñen, además se promueve el cuidado personalizado de cada trabajador; asi, se consigue explotar al máximo el carisma y talento de cada uno, en base a esta política de conciliación.
Sin embargo, esta puesta en práctica ocurre desde hace 3 años y medio, momento en que Microsoft Ibérica decidió dar un giro a la administración de sus recursos humanos, dado el creciente problema de fuga de talentos como consecuancia del deterioro de la vida personal de estos.
La adopción de la nueva política supuso riesgos, temores y dudas con respecto a la productividad, pero el aval de la experiencia de países vecinos como Reino Unido y Holanda alentó a la empresa al lanzamiento definitivo. Se comenzó a confiar, y los empleados empezaron a gozar de servicios antes impensables. Esta flexibilidad y libertad fue aprovechada por las personas trabajadioas que en lugar de abusar incremntaron su productividad alentados por que la situación se mantuviese.
La filosofía laboral basada en la no ignorancia de los empleados como personas, con iniciativas más allá del sueldo o el cargo, han dado lugar a un sorprendente éxito con trabajadores satisfechos tanto dentro como fuera de la oficina.
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